Criptografía: "El escarabajo de oro"

Figura 1. El escarabajo de Oro por Edgar Allan Poe

 "El escarabajo de oro", cuento del reconocido autor estadounidense Edgar Allan Poe relata la historia de William Legrand, misántropo apasionado por la entomología quien tras descubrir un novedoso tipo de escarabajo, dedica su tiempo a descifrar un mensaje oculto en un dibujo de éste.

Tras una excursión realizada con su sirviente Júpiter, William Legrand descubre un escarabajo dorado y de un peso considerable, tratándolo Júpiter de un escarabajo de oro puro. Este insecto hace que Legrand comience a interesarse demasiado en el después de la visita de su amigo, quien nos narra la historia de esta fascinante aventura. 

El interés y dedicación de Legrand hace pensar a Júpiter que el escarabajo lo ha vuelto loco, pues no hace más que rondar por su casa, hablar e incluso soñar con el escarabajo. Es por ello, que manda a Júpiter a llamar a su amigo, pues tiene planeada una expedición precisamente relacionada al animal.

Al llegar con Legrand, todo está listo para emprender hacía las montañas, sin embargo su amigo se niega al ver que William está como si hubiera perdido la razón, cosa que Júpiter ya le había advertido. Sin embargo, con el propósito de ayudar a su amigo y por salud, pues se considera su doctor personal, se embarcan los tres personajes en un viaje hacía lo desconocido.

Recorrieron por largos valles abandonados, desolados que nadie habría pisado antes, hasta llegar a una meseta rodeada de rocas en donde William puso especial interés e indicó a sus acompañantes hacía donde tendrían que seguir. Llego así el trío hasta un árbol grande al que Júpiter tuvo que escalar por órdenes de su amo, William.

La indicación fue llegar hasta la séptima rama de las más anchas, y si llegase a encontrar algo fuera de lo común, avisar inmediatamente. En el camino a la séptima rama, Júpiter encontró un cráneo pegado a ella. Era el objeto esperado.

Desde el hueco correspondiente al ojo izquierdo, Júpiter tendría que lanzar el escarabajo, que iba colgado de un lazo para poder marcar un punto en la tierra, pero él no sabía cual era su izquierda. William trato de explicar desde abajo y el punto fue marcado.

Una vez teniendo ese punto de referencia entre el árbol y el lugar de caída del escarabajo, Júpiter y el amigo de William comenzaron a cabar en espera de encontrar algo que diera resolución al comportamiento de William pero las esperanzas fueron en vano.

Con el animo decaído y dirigiéndose a su hogar, a William se le ocurrió que el trazado había estado equivocado por la desidia de Júpiter, por lo que volvió al lugar y esta vez marco un nuevo punto unas pulgadas lejos del principal, comenzó la excavación nuevamente esta vez, con una nueva esperanza de por fin encontrar algo.

Fue así como entre la tierra blanda encontraron restos de esqueletos humanos y junto a estos monedas de oro, tras excavar un poco más hondo pudieron dar con un cofre largo, repleto de monedas y joyas que eran difíciles de apreciar a simple vista. Para poder cargar el botín completo, tuvieron que realizar dos viajes hasta la casa de William llevando primero el cofre y después sacos de oro repartido lo más posible en partes iguales.

Pero, cómo fue que William descubrió semejante tesoro?

Todo comenzó con la visita del amigo de William, quien fue solicitado por éste para hacerle saber del escarabajo y tras haberlo enviado con un coronel, trato de describírselo por medio de un dibujo en un pedazo de pergamino que había encontrado cerca de un barco. Pero este dibujo había sido malinterpretado por el amigo, confundiéndolo con un cráneo. 

William no entendía por que su amigo había visto un cráneo e incluso llego a molestarse, sin embargo, el pergamino contenía un secreto. Al entrar en calor, se develo mejor el cráneo que había estado dibujado antes de que William usara el papel para su escarabajo, pero debido al uso de ciertos químicos, el dibujo anterior se encontraba oculto. Con uso de ese mismo método, pudo visualizarse en el pergamino también un cabrito por lo que Legrand dilucidó que algo más podría estar escrito.

Con base en algunas leyendas locales de piratas y en la calavera en el pergamino, William supo que podría tratarse de algo relacionado con tesoros.

Aplicando varias veces más el método de aplicación de calor sobre el papel al bañarlo en agua caliente y después reposarse en una tina de cobre, el mensaje fue expuesto.

Figura 2. Mensaje cifrado

Gracias al análisis de Legrand y su gran experiencia en la resolución de criptografía, pudo analizar el mensaje, encontrando primero los caracteres que se repetían con más frecuencia llegando a la siguiente tabla.

Figura 3. Frecuencia de caracteres

Así, se pudieron ir haciendo conjuntos de palabras para ir determinando el correspondiente a cada símbolo.

Figura 4. Correspondencia de caracteres

De esta forma, se pudo llegar al mensaje que se puede leer a continuación.

Figura 5. Mensaje descifrado

Así fue como William pudo obtener las pistas para deducir en donde se encontraba el tesoro tras una ardua investigación y algo de destreza.

Referencias

Poe, E. A. (s. f.). El escarabajo de Oro. Edicones La Cueva.